"Que el Todopoderoso desfigure la cara de esta escoria y todos sus seguidores que bajo el lema de la libertad de expresión ofenden los sentimientos de más de 1.500 millones de creyentes musulmanes. Que Dios los humille en esta vida y en la próxima. Alá es rápido en hacer rendir cuentas y lo van a ver. Nosotros los musulmanes amamos a nuestro profeta Mahoma más que a nuestras madres, padres, hijos, esposas y a todas las demás personas cercanas a nuestro corazón. Créanme, con estas provocaciones les saldrá el tiro por la culata. Alá maldijo en este mundo y en la última vida a quienes lo ofenden y les preparó sufrimientos humillantes"
Estas fueron las palabras del conocido ahora ex-luchador de MMA Khabib Nurmagomedov tras la condena del presidente de Francia, Emmanuel Macron, al asesinato de Samuel Paty, profesor francés, por enseñar a sus alumnos las caricaturas de Mahoma que conllevaron al ataque a Charlie Hebdo donde fueron asesinadas 12 personas. Macron no solo condenó el asesinato sino que defendió la libertad de expresión y anunció que en Francia habrá más caricaturas del estilo. Macron, evidentemente, no va a doblegarse ante la amenaza fanática.
Bien, no voy a hablar en este post sobre la amenaza de Khabib al presidente francés en su cuenta de Instagram; amenaza, sí, ya que este ex-luchador es una persona bastante influyente en el mundo islámico (25.3 millones de seguidores en IG), y sus palabras no pueden más que enaltecer y avivar los sentimientos de odio hacia el pueblo francés y promover consiguientes ataques. En este post vamos a hablar de libertad de expresión, religión e hipocresía.
La CE protege y garantiza en su artículo 20 la libertad de expresión:
1.- Se reconocen y protegen los derechos:
a) A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción.
b) A la producción y creación literaria, artística, científica y técnica.
Y en el apartado d), la limitación de este derecho:
4-.Estas libertades tienen su límite en el respeto a los derechos reconocidos en este Título, en los preceptos de las leyes que lo desarrollen y, especialmente, en el derecho al honor, a la intimidad, a la propia imagen y a la protección de la juventud y de la infancia.
Nos encontramos ante una situación donde la población mundial musulmana se siente literalmente atacada y altamente ofendida cuando alguien, sea artista o no, ose hacer y publicar cualquier tipo de caricatura del profeta Mahoma. El sentimiento de ofensa es tal que incluso personalidades como Erdogan, -presidente turco- han llegado a insultar al presidente francés por su defensa a la libertad de expresión.
"¿Qué problema tiene Macron con el islam, qué problema tiene con los musulmanes? Macron necesita una terapia de atención mental"
"¿Qué otra cosa se puede decir -se preguntó retóricamente- de un jefe de Estado que no entiende la libertad religiosa, que actúa de esta manera contra millones de personas de una religión diferente en su país? Primero, un control mental".
Caricaturizar a Mahoma, a Jesucristo, Abraham o cualquier otra deidad religiosa puede resultar molesto para muchos, incluso ofensivo según el nivel de religiosidad de la persona, pero de ahí a llevar a cabo asesinatos justificados en meras caricaturas, hay un abismo. A las figuras cristianas se les caricaturiza constantemente en España; no son pocos los "memes" que hay sobre Jesucristo, los Doce Discípulos u otros personajes bíblicos, y no habéis visto, ni veréis, a ningún cristiano cortar la cabeza a quien haga este tipo de publicaciones.
Solo un fundamentalista puede apoyar las peligrosas palabras de Khabib, quien con su dedo no está haciendo más que señalar el camino a aquellos psicópatas de cuchillo en mano. Grave error del ex luchador, sin duda.
Hipocresía. Hipocresía porque muchos que justifican las palabras de Khabib no dudan en reírse o participar en la ofensa al sentimiento religioso cristiano.
He subrayado en amarillo las palabras de Khabib "ofenden los sentimientos". ¿Acaso no ofende los sentimientos que quemen banderas españolas? ¿No ofende los sentimientos la quema de fotos del rey? ¿No ofende los sentimientos la pitada al himno nacional? ¿No ofenden los sentimientos las burlas a vírgenes o cristos? Sí, ofenden los sentimientos de muchísimos españoles, pero no por ello alguien coge un cuchillo y corta la cabeza a alguien, ni tampoco personas de influencia mundial dedican amenazas directas en sus redes sociales.
Lo dicho: fanatismo.
Las religiones deben ser respetadas, y las creencias de todos, también. Pero ante todo esto está el derecho a la vida y la libertad de expresión.
Una publicación puede ser de mal gusto, pero no da derecho a nadie a MATAR por ello.